No hay nada que me ponga más cachonda que un día en la piscina. En el momento en que me pongo mi diminuto bikini, no puedo evitar imaginar lo fácil que sería mostrar mis tetas o mi coño con un solo movimiento de mi dedo. Entonces empiezo a pensar en todas las cosas que ese dedo puede hacer por mí, rozando mi boca, recorriendo mi cuello, deteniéndose en mis pezones por un rato y terminando en mis piernas que, para ese momento, estarían completamente abiertas. Quizás esto me pasa porque cuando estoy al lado de la piscina, puedo imaginar mi cuerpo mojado al lado del de otra persona, deslizándome tan fácilmente sobre su polla, y viendo las gotas de agua correr por su fuerte costado o caer por mis tetas. Sea lo que sea, mi coño siempre encuentra la manera de mojarse más que el resto de mi cuerpo, incluso si decido nadar.Descargar Rebecca Black en ‘A Day by the Pool and a Wet Pussy’
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