Scarlet Red no puede evitar que sus manos se desvíen por debajo de su tanga para jugar con su coño cremoso, pero Karla Kush tiene ideas más pervertidas sobre lo que van a hacer para su tiempo de juego. Después de atar una venda alrededor de los ojos de Scarlet, Karla le roba un beso a su amante y luego le quita el sostén a Scarlet para liberar las tetas que rebotan de la rubia. Abriéndose camino por el cuerpo de Scarlet, Karla se toma unos momentos para mamar los pechos de su amante hasta que sus pezones están puntiagudos y duros antes de quitarle la tanga a Scarlet. Ahora que su mujer está completamente desnuda, Karla puede darse el gusto de lamer el jugoso coño calvo que se ha revelado. Al encontrar a Scarlet agradable y mojada, Karla lleva las cosas un paso más allá al meter tres dedos profundamente en el pecho de Scarlet para acentuar su astuta lengua. Finalmente, quitándose el sujetador, Karla abre la venda de los ojos para que Scarlet pueda volver a ver. Sabiendo que su éxtasis absoluto está en juego, Scarlet echa un vistazo al largo consolador de vidrio que Karla sostiene y luego se pone de rodillas para que su jugoso trasero quede completamente abierto para su amante. Karla se toma su tiempo para presionar el juguete en la funda de Scarlet, golpeando el culo de Scarlet y presionando su pulgar en el apretado ano de Scarlet mientras trabaja el consolador más profundamente hasta que Scarlet ya no puede contener sus gemidos de éxtasis. Sabiendo que es su momento de brillar, Karla cambia de lugar con Karla y luego se sumerge en un festín de coños en la pista de aterrizaje. Su entusiasmo es obvio mientras trabaja sus suaves labios y lengua en los pliegues rosados de Karla, dejando a su amante rubio jadeando y gimiendo ante los increíbles sentimientos. Ahora que cada una de las chicas ha tenido la oportunidad de calentarse con un clímax, el tiempo de juego puede comenzar de verdad. Colocándose de rodillas con sus traseros a solo unos centímetros de distancia uno del otro, se empalan simultáneamente en el consolador de dos cabezas. Ahora que está firmemente asentado entre ellos, cada uno puede mover sus caderas y acariciarse el culo en un viaje apasionado que los deja a cada uno gritando. Cuando finalmente terminan con el juguete, Scarlet lo lame mientras las niñas presionan sus traseros para disfrutar de la fricción e incluso de algunas palmadas en los glúteos. Su pasión aún no está del todo saciada, como lo demuestran cuando Scarlet abre las piernas para que Karla pueda acomodarse encima de su trasero. De coño a coño, se joroban hasta que sus cuerpos tiemblan. Incapaz de evitarlo, Karla termina el día devolviendo su boca al arrebato de Scarlet para probar por última vez el cielo con el que comenzaron sus relaciones sexuales.Descargar Karla Kush en ‘My Girl Fantasy’Descargar Karla Kush en ‘My Girl Fantasy’