Ser masajista tiene sus ventajas, atender las necesidades de las hermosas damas es una de ellas. Después de tirarse de un tendón de la corva en el gimnasio, mi amiga Haley me llamó a su casa, pero estaba abrumada, no podía correr hasta allí. Por supuesto, siendo la pequeña zorra traviesa que siempre es, comenzó a hablarme dulcemente por teléfono. – Haré que merezca la pena si me dedicas algo de tiempo… Dijo con ese tonecito coqueto que tanto le gusta usar. Le encantaba bromear con todo el mundo, pero nunca había tenido la oportunidad real de probar hasta dónde llegaría para conseguir lo que quería… así que decidí aceptar la oferta. Corrí a su casa listo para probar su pequeña garganta y golpear sus pequeños agujeros para darle un entrenamiento adecuado.Descargar Haley Spades en ‘Little Haley Trades Her Holes for a Massage’Descargar Haley Spades en ‘Little Haley Trades Her Holes for a Massage’