Nunca me he considerado un hombre pervertido. Quiero decir, me encanta el sexo tanto como a cualquiera, y tengo erecciones intensas todo el tiempo, pero nunca he sentido algo tan intenso como cuando encontré el vibrador de mi niñera en su bolso. En el momento en que agarré ese artefacto rosa con forma de pene y lo imaginé dentro de ella mientras gemía cada vez más fuerte, sentí que mis instintos animales tomaban el control. Todo lo que quería hacer era tomar mi pene excitado y empujarlo en cada agujero en el que ese vibrador haya estado alguna vez. Ya no era un deseo; era una necesidad. Estaba listo para persuadirla, seducirla, cualquier cosa para follarla allí mismo, pero parecía que mis deseos eran suficientes para que ella supiera que si me daba esa oportunidad, la iba a golpear hasta dejarla sin aliento. La idea la puso tan cachonda como a mí porque, lo siguiente que supe, estábamos desnudos en mi habitación y estaba a punto de hacer que ese vibrador quedara obsoleto.Descargar Eve Bardot en ‘Turns Out Our Babysitter Is Horny AF…’Descargar Eve Bardot en ‘Turns Out Our Babysitter Is Horny AF…’