Kendra Spade se desliza a través de una puerta hacia una habitación tranquila. Se recuesta contra la pared con un suspiro, frotándose las sienes. Se la ve un poco estresada, cruzando los brazos sobre sí misma. Se relaja sola durante varios segundos hasta que se abre la puerta detrás de ella y Eliza Ibarra entra en la habitación. Se saludan casualmente mientras ambos se apoyan contra la pared en silencio durante unos momentos. Kendra no parece querer hablar al principio, pero Eliza vuelve a hablar después de unos momentos.– ¿Las reuniones familiares son siempre tan intensas? —pregunta Eliza. – Sí, siempre son así de ruidosos. Es por eso que vine aquí para tomar un respiro. ¿Cómo dijiste que te llamabas otra vez? —pregunta Kendra. Eliza da su nombre. – Sí, todavía no te reconozco -afirma Kendra con leve curiosidad-. Eliza le dice que está bien. Se mudó mucho con su familia, por lo que Kendra no la reconoce. “No voy a mentir, estoy un poco abrumada por todos estos nombres y caras nuevas”, dice Eliza con una risa nerviosa. – Dijiste que te mueves mucho, ¿verdad? Así que eso debe convertirte en el hijo de Madison y William, lo que nos hace a nosotros, eh… primos segundos”, responde Kendra. Eliza asiente, reflexionando sobre lo difícil que es seguir la pista de todos sus primos, a lo que Kendra accede con un resoplido. “Esto no es ni la mitad de ellos”, añade Kendra. Eliza luego comenta que ha notado que Kendra realmente no se ha mezclado mucho con su familia. Kendra se mueve incómoda, todavía luciendo un poco cautelosa y contraria. Después de un momento o dos, admite que a veces se siente como la oveja negra de la familia. Eliza pregunta gentilmente por qué. Kendra admite sin rodeos que le gustan las chicas y, hasta donde ella sabe, es la única “oveja negra” de la familia. Hace que las cosas sean un poco solitarias. Eliza hace una pausa pensativa y luego se inclina más hacia Kendra. “Baa”, dice tímidamente, imitando a una oveja. Kendra se sorprende. ‘ERES un… ¿Ovejas negras también?”, exclama. – Sí, aunque todavía no he salido del armario, así que dejemos esto entre nosotros -admite Eliza-. Kendra suspira dramáticamente, negando con la cabeza. – Sí, claro, lo que sea. Hombre, es una pena que seamos familia ya que eres bastante sexy… Quiero decir, solo somos primos SEGUNDOS, así que… Kendra coquetea. Eliza jadea y se sonroja, comentando en voz baja que Kendra está loca. Kendra la mira de arriba abajo y le dice que puede estar MUCHO más loca que eso, si Eliza quiere saber cuánto. Eliza está nerviosa y emocionada a la vez. Kendra es aún más coqueta ahora, recordándole a Eliza que ella misma lo dijo que su familia siempre está viajando… y las reuniones son pocas y muy alejadas, por lo que no tienen que preocuparse por DEMASIADA incomodidad entre ellos después del hecho… Kendra pasa una mano por el brazo de Eliza mientras Eliza tiembla. Kendra bromea y le pregunta si es fría de una manera burlona. Kendra puede pensar en algunas formas divertidas de calentarla… —¡Oh, qué diablos! ¡Solo somos jóvenes una vez! Er, aunque tienes al menos 18 años, ¿verdad? Eliza se apresura a comprobarlo, cediendo a sus impulsos primarios, mientras Kendra se ríe y confirma que lo es. Kendra luego inmoviliza a Eliza contra la pared y la besa. Eliza hace un sonido de sorpresa, pero se funde en el beso, ya que eso es exactamente lo que ella también quiere. No pasa mucho tiempo antes de que estén juntos en la cama, acariciándose el cuerpo vorazmente. Kendra baja la parte delantera del vestido de Eliza y chupa sus duros pezones mientras Eliza jadea. Kendra la hace callar. Después de todo, no quieren ser atrapados por su familia. Quitándose el resto de su ropa, Kendra acuesta a Eliza en la cama y entierra su cara en el jugoso coño de Eliza. Estas bellezas pueden ser la oveja negra de su familia… Pero las cosas están a punto de ponerse candentes. ¡Historia inspirada en una presentación original de la miembro de Girlsway, ossienelson4!Descargar Kendra Spade en ‘Black Sheep Cousins’Descargar Kendra Spade en ‘Black Sheep Cousins’