El chivo expiatorio residente, Chip, ha vuelto para un nuevo compromiso con el fracaso. Su incapacidad para dominar el arte de ligar con mujeres debe deberse al hecho de que no tiene bulto en sus vaqueros… ni en sus genes. A Lizzie Tucker no le interesa su pobre rap ni que se parezca a un troll. Los ojos de Lizzie están fijados en Byron Long, que está sentado a unos pocos pies de ella, o en la longitud de su gran polla negra cuando está erecta. Su juego triunfa sobre el de Chip y pronto se están besando mientras le tiran un hueso a Chip en forma de permitirle mirar. Chip alcanza el estado de cornudo maestro mientras ve a Byron triunfar donde él fracasó: conseguir que Lizzie se acueste. La serpiente de los pantalones de Byron apenas cabe dentro de la boca de Lizzie, ya que lleva una polla negra que comparte la misma circunferencia de una boca de incendios. Mientras Chip observa con envidia, Byron desliza su salami negro profundamente en su coño anteriormente apretado. La masturbación de Chip no inmuta a Lizzie, ya que su canal de parto se expande hasta un tamaño que la arruina para todos los hombres blancos en el futuro. Su inmersión en la piscina del sexo interracial solo llega a su fin cuando su coño se desborda de una tarta de crema que Chip limpia felizmente.Descargar Lizzie Tucker en ‘Lizzie Tucker – Cuckold Sessions’Descargar Lizzie Tucker en ‘Lizzie Tucker – Cuckold Sessions’