EspañolCrecer todos esos años con mi padre me ha hecho resentirme cada vez más con él. Es un milagro que mamá haya abierto las piernas lo suficiente para que yo pudiera terminar en este mundo. Ha llegado al punto en que la terapia es nuestro último recurso antes de volarle los sesos. Nuestra sesión de terapia comenzó aburrida, pero de alguna manera terminó conmigo drenando la polla negra más grande que he visto en mi vida. En algún momento en el medio, el médico me recetó una dosis diaria de polla negra mientras mi padre protestaba por este procedimiento poco ortodoxo. Papi estaba lo suficientemente desesperado como para mantenerme en su vida, así que aceptó (bajo protesta) sentarse y verme hacer lo que mejor hago: provocar y complacer mientras estoy de rodillas. Después de chuparle la polla hasta que casi me explota en la cara, le pedí que la metiera profundamente en mi ano por detrás, por encima y por un lado. No sería una sesión exitosa hasta que mis papilas gustativas le dieran la bienvenida a la sustancia pegajosa atrapada dentro del gordo escroto de Byron. Descargar Chayse Evans en ‘Chayse Evans – Watching My Daughter Go Black’Descargar Chayse Evans en ‘Chayse Evans – Watching My Daughter Go Black’