Acepté un trabajo en un dispensario médico porque mi perdedor marido no puede llegar a fin de mes. Conocí a una variedad de pacientes interesantes que sufren diversas afecciones. Este tipo negro musculoso y joven entró en la tienda y era un completo desastre. Podría haberle vendido una amplia gama de plantas, pero mi coño blanco y anhelante tenía otras ideas. Me llevé a Rico a casa y le eché un buen coqueteo a un hombre negro que necesitaba ayuda urgentemente. Se relajó cuando lo toqué y sus preocupaciones desaparecieron tan pronto como comencé a lamer de arriba a abajo su gran eje negro. Presté atención a la cabeza de su gran polla negra y aproveché ampliamente mi hora de almuerzo. Rico no pudo evitar jugar con mis tetas 44D y fue agradable que un hombre de verdad las tocara como si fueran una pelota de baloncesto. Solo tenía que sentir que ese palo gigantesco me partía en dos, así que monté ese toro negro. Parecía una eternidad mientras cada centímetro de su polla negra se abría paso hacia mi coño descuidado. Ya estaba en el cielo cuando me di cuenta de que quedaban unos 15 centímetros más de él para penetrarme. Siempre quise que el sexo interracial entrara en mi vida mundana y la polla de Rico compensó el tiempo perdido. Me incliné y me embistió con el monstruo en sus pantalones hasta que mi propio sudor me cegó. Mi cabello rubio seguía metiéndose en mis ojos mientras su bazuca negra hacía daño a mi coño. Cada centímetro de polla negra me hizo considerar divorciarme de ese desperdicio de espacio al que el repartidor de periódicos se refiere como "el Sr. Tyler". Estaba disfrutando cada centímetro de Rico, pero pronto me di cuenta de que la tienda estaba vacía. Acaricié y chupé a Rico hasta que disparó su bondad cremosa por toda mi cara. No tenía maquillaje conmigo, así que el próximo cliente que entre verá los restos de semen negro por toda mi cara. Descargar Brooke Tyler en ‘Brooke Tyler – Blacks On Cougars’Descargar Brooke Tyler en ‘Brooke Tyler – Blacks On Cougars’