Zoey está a cargo de un sitio de construcción, y todos los días Ramón tiene que pasar y soportar interminables comentarios sexuales del equipo de Zoey. Ya es suficiente, hoy Ramón se defiende a sí mismo. Es hora de que Zoey ponga su dinero donde está su boca. Puede hablar la charla, pero ¿puede follar jodidamente?