ES UNA VERGÜENZA QUE SEAS UN VAMPIRO: El pervertido cazador de vampiros James Deen regresa con su cautiva, la pálida y desnuda Stoya, que está encadenada e indefensa. Neutraliza su poder untando sus labios con una mezcla sagrada de semen, luego azota brutalmente sus sensibles pezones, reposicionándola de modo que su coño y su culo queden completamente expuestos a una serie de dolorosos golpes de cuero. Pronto, el sacerdote rebelde está chupando el coño de Stoya... y follando sin piedad su tierno culo mientras estrangula y abofetea a la vampiresa atada hasta un intenso clímax.