Brillando a la luz del sol de la mañana como la joya preciosa que es, a Sapphira le gusta tomarse un momento para sí misma antes de comenzar su día. Lentamente se desnuda hasta la nada, pasa sus delicados dedos por la suave piel, sumergiéndose en un frenesí de anticipación erótica. La pasión aumenta a medida que Sapphira frota su sensible clítoris hinchado, acercándose cada vez más al orgasmo con cada segundo que pasa. Finalmente, se libera mientras su cuerpo se mece en la agonía de la pasión, y finalmente está lista para comenzar su día.