Pobrecita Sally Squirt. La echaron de su casa por ser una mala puta y se quedó varada en medio de la nada con el teléfono muerto. Por suerte para ella, un tipo en una camioneta blanca se detiene y ella le ruega que la lleve a casa. Parecía un buen tipo, se ofreció a llevarla, pero quería algo más a cambio. La convence de que se quite la ropa y juegue consigo misma antes de sorprenderla con una cuerda para atarle las muñecas y obligarla a chuparle la polla. ¡Lanza a Sally a la parte trasera de la camioneta para amordazarla y destruirle su pequeño y apretado coño un poco más! Después de un rato, ella se somete a él y monta su polla como una buena puta antes de correrse en su cara con aparatos ortopédicos.