La piel de Sabrisse está llena de energía erótica. Cada sensación, cada sentimiento se amplifica con la intensidad de su deseo sexual. Su amante se acerca dentro de un rato para llevarla a la cama, y para pasar el tiempo, Sabrisse disfruta del tacto de sus propias manos. Su piel es suntuosa y suave bajo las yemas de sus dedos, y a medida que su piel se estremece bajo cada tierna caricia de sus manos, una carga eléctrica pasa por su espalda y todos los pelos de su cuerpo se ponen de punta.