Yo no solía ser así. Hasta hace unos días, yo era virgen. El sexo no era algo que me obsesionara hasta que él apareció. Todo comenzó cuando alquilé mi habitación libre a un estudiante. Semana tras semana, traía pollitos a casa, y yo escuchaba todo. Estaba celosa, siempre pensaba: “¿Por qué no puedo ser yo?”. Todas las mañanas desfilaba con nada más que su ropa interior. Solo había un pensamiento que no podía quitarme de encima, y luego sucedió. Sabía que yo lo quería y se negó a esperar más. Por primera vez, me sentí como una mujer.Descargar Penny Barber en ‘Concept: Virgin Mommy’Descargar Penny Barber en ‘Concept: Virgin Mommy’