La pequeña y esbelta Nella Jones no se anda con rodeos, especialmente cuando está de humor sexual. Me lanza sus ojos ahumados y no importan las circunstancias, estoy lista para recibirlos. Hoy, me seduce en la casa, pidiéndome que juegue cuando no hay nadie más. Le encanta exhibir su cuerpo con su lencería transparente y a mí me encanta verla ondular. Pone las piernas en el sofá y gime mientras lamo su joven clítoris. A Nella le encanta especialmente cuando envuelvo mis dedos alrededor de su garganta y la follo sin piedad.