Entonces solo quería que limpiaran mi lugar, pero cuando abrí la puerta no esperaba que la persona que enviaron fuera tan condenadamente buena. Luna vino a limpiar y todo en lo que podía pensar era en lo cachondo que me ponía su cuerpo apretado y en lo caliente que probablemente se sentía su coño. Mientras limpiaba, ya sabes que tenía que intentarlo, le ofrecí unos dólares. Después de dudar, aceptó y continuó limpiando desnuda. Ahora mi pene pasó de duro a palpitante, está tan caliente. Tuve que empezar a acariciarla. Solo soy un hombre. Me atrapó y estaba a punto de irse. Le hice saber que estaba increíblemente bien y que si me ayudaba hasta el final, le daría todo lo que quisiera. Dijo que estaba bien y estuvo listo. Estaba tan apretado y cálido como imaginaba. Me follé su increíble cuerpo bien y profundo y me corrí por toda su cara como una zorra común. De hecho, me dio las gracias. Le dije que no había problema, que podía limpiar mi lugar todos los días si quería.
