No hay suficientes Padrenuestros y Ave Marías para salvar a Kitty de su penitencia a manos y la polla de Ryan. ¡Está encadenada a la silla y no hay forma de escapar de su castigo! Esta pequeña colegiala católica hace todo lo posible para hacer feliz a Ryan, usando su boca y su coño peludo para complacerlo. Su ropa conservadora esconde un cuerpecito apretado, incluido un culo increíble que sabe cómo usar mientras monta la polla de Ryan, ¡haciendo que bombee múltiples cargas profundamente dentro de ella!