Kinsley es una malcriada, malcriada y rica perra a la que le encanta decirle a la gente qué hacer. Su padre contrató a tres tipos para que hicieran algunos trabajos en la casa y ella no dejaba de vigilarlos, quejándose y quejándose de que no lo estaban haciendo lo suficientemente bien. Estos tipos estaban hartos de su mierda y decidieron que se irían si salía una palabra negativa más de su boquita de zorra. Bueno, digamos que consiguió lo que pidió. Los tipos estaban furiosos y estaban a punto de irse sin terminar el trabajo. Kinsley les rogó que se quedaran porque se metería en serios problemas si su padre descubría por qué se habían ido. Ella dijo que haría CUALQUIER COSA, y ellos sabían lo que eso significaba. ¡La manosearon de arriba a abajo y le llenaron los agujeros una y otra vez! ¡Estos tipos descargaron toda su ira en esta pequeña puta, tratándola como la muñeca sexual que es! Haciéndola tragar profundamente sus pollas y follándola duro. ¡La destrozaron por completo y le dejaron la cara empapada de semen!
