Karmen tiene una obstrucción en el lavabo de su baño, y un amigo le recomienda un manitas. Cuando Ryan llega, ella ve por qué lo recomendaron tanto. Ryan encuentra un montón de juguetes sexuales guardados debajo del fregadero y luego comienza a escuchar gemidos desde el dormitorio. Pensar en su polla puso a Karmen nervioso y decidió jugar con su coño en el dormitorio mientras él terminaba. Ryan termina bien, en lo profundo de esa cálida rendija.