Después de tanta diversión juntas, Jada y Jessa deciden ceder a sus deseos secretos y besarse en la cama casi desnudas. Las dos chicas atrevidas llevan mucho tiempo pensando en este momento, por lo que no piensan contenerse. Los besos dan paso a lamer el coño y, como la lengua las pone de buen humor, el siguiente paso obvio es meterse los dedos.