Cuando Goldie Blair hizo su debut en la revista internacional en la edición de julio de 2002 de Naughty Neighbors, tenía el pelo rubio y unas tetas bonitas, pero no del tamaño de una veintena. Había estado trabajando en una tienda de ropa, y aunque se desprendía de cada puntada de lo que llevaba puesto, parecía ser una de esas chicas que posarían una vez por diversión y luego seguirían adelante con su vida.