Cuando el marido de la bella rubia Giselle Palmer está fuera de la ciudad en campaña electoral, recibe la visita de un hombre enmascarado (Ramon Nomar) que está muy descontento con lo que su marido está planeando. ¡Al acusarlo de traficar drogas y dinero, convence a Giselle de que su marido irá a la cárcel si no para! Siendo una buena esposa, hará lo que sea necesario para mantener a su marido fuera de problemas, por lo que debe someterse a este intruso enmascarado en todos los sentidos. Giselle se arrodilla para adorar la enorme polla de Ramón. Él le hace una garganta profunda, la atormenta con el zapper y aprieta las pinzas de los pezones en sus tetas naturales perfectas. Luego la atan a una mesa de pie para que la azoten, le den nalgadas y le follen el culo. Ramón va directo a su culo apretado para calentarla para un día de libertinaje escandalosamente caliente. Le hace vibrar el coño y le estira el culo con su gran polla hasta que se corre duro. Ramón es una máquina de follar cuando se trata de follar, se lleva a Giselle a la otra habitación, le ata las muñecas y le folla el coño como si no hubiera un mañana. Él no puede tener suficiente y ella tampoco. Le da la paliza de su vida hasta que ella grita y se corre como loca. Finalmente, Ramón ata las tetas de Giselle y le da a ese culo una ronda más hasta que le dispara su carga por toda la cara.
