Bajita y segura de sí misma como solo una chica de 18 años puede serlo, Erika Mori es una chica rusa de piel clara, cabello negro y un cuerpo que se está convirtiendo en algo extraordinario. Le encanta jugar con sus tetas firmes y sus pezones hinchados, pero su juego favorito es jugar a esconder el dedo dentro de su resbaladiza raja calva.