Perdido en la trastienda de la tienda vintage donde trabaja, Danny encuentra un maniquí olvidado con un secreto mágico. Cuando el jefe está fuera, la modelo cobra vida como una chica real. Viste a Emma en lencería, deteniéndose un momento para admirar sus curvas bien formadas y sus grandes tetas naturales. Ha pasado tanto tiempo desde que alguien podía ver a Emma en carne y hueso, que estaba desesperada por tomar una gran polla como la de Danny.