Acostado en la cama con los ojos vendados, Van Wylde espera pacientemente mientras Elsa Jean se pavonea hacia él. Vestida con un sujetador que cubre sus pequeños pechos, un liguero que abraza su esbelta cintura y un par de colinas asesinas, la rubia parece una diosa a pesar de que Van no puede verla. Ella salpica su cara y pecho con besos mientras sus manos acarician a Van por todas partes, especialmente la dureza de su erección. Bajando los calzoncillos de Van, Elsa se pone de rodillas y abre la boca para engullir la punta del tijera de su novio. Ella se lo chupa como si fuera su caramelo favorito, chasqueando los labios con cada caricia. Se quita el sujetador, frota la cabeza de la erección de Van contra sus pechos hinchados y su vientre súper delgado antes de finalmente quitarle la venda de los ojos. Envolviendo sus brazos alrededor de su amante rubia, Van voltea a Elsa sobre su espalda y se acomoda entre sus muslos. Él aparta su tanga y se inclina hacia adelante para lamer su clítoris antes de acariciar la parte plana de su lengua por su tierno coño calvo. Levantando una pierna cubierta con medias en el aire, Elsa jadea de alegría mientras Van se da un festín con su carnoso arrebato. Cambiando las tornas con su novio, Elsa pone a Van en su espalda una vez más y luego se sienta a horcajadas sobre él con una pierna de tacón alto. Moviéndose lenta y deliberadamente, se hunde sobre el hardon de Van hasta que queda completamente empalada. Después de algunos levantamientos experimentales de su trasero, comienza un paseo salvaje de rigidez que pasa de vaquera a vaquera inversa mientras mezcla las cosas. Cayendo a su lado, Elsa una vez más levanta una pierna mientras Van vuelve a entrar en ella mientras cuchara por detrás. Él la agarra por las caderas, anclándose mientras se adentra en su calor resbaladizo una y otra vez. Mientras Elsa echa la cabeza hacia atrás en un gemido de placer ante las olas de felicidad orgásmica que la atraviesan, Van se acerca lo suficiente a la eyaculación como para retirarse. Estirándose hacia abajo, Elsa acaricia a Van hasta que su pasión lo abruma y explota por todo su montículo desnudo.