Por la noche, Ellie Luna se toma su tiempo para quitárselo todo mientras las yemas de sus dedos endurecen sus pezones y su carnosa calva se pone agradable y húmeda. Lo único mejor que el sujetador y las bragas que abrazan sus curvas es verla desnuda con una pasión apenas contenida que la impulsa a tocarse de formas cada vez más calientes.