Alana va a la cárcel. Probablemente no por primera vez por lo que parece. Y probablemente tampoco la última. Pero en cualquier caso, primero conoce al alcaide, que es un disciplinario muy estricto. El registro en prisión requiere pasar por un registro e interrogatorio de cavidad completa. Lo que solo parece entusiasmar a este pequeño trollop. Su coño está literalmente goteando después de ser sondeado. Y la búsqueda rectal mientras su esfínter se preparaba y fruncía para una follada. Que es exactamente lo que consigue que el diputado más que dispuesto le dé una follada dura en todos sus agujeros.