Xeena Mae llega a casa de nuestro semental con buenas noticias: ¡es el día nacional de las nueces! Por supuesto, tan pronto como escucha nueces, su mente corre a algún lugar que no tenga que ver con deliciosos bocadillos salados. Pero Xeena saca las nueces de todos modos y le da un par. Desafortunadamente, se ha olvidado de que tiene una alergia mortal a las nueces y, después de masticarlas un par, ¡apenas puede respirar! Le dice a Xeena que la última vez que comió nueces, su pene se hinchó muchísimo. Ella quiere ayudar, así que se pone de rodillas y ve que tiene razón. La única forma de ayudar es hacerle una buena y húmeda mamada. Luego le ofrece su coño como penicilina, dejándole que le inyecte su epipen con precisión clínica. Finalmente, se corre dentro de ella y revela lo que su mente sucia estaba pensando todo el tiempo. ¡Es el día nacional de las nueces, después de todo!