Vanessa Decker, de 20 años, tiene un deseo sexual tan alto que puede ponerse incontrolablemente cachonda en casi cualquier lugar. Hoy siente la necesidad de quitarse la camisa y el sostén justo donde está parada afuera. Encantada con lo que se siente, sigue adelante hasta que su agujero de mierda en la pista de aterrizaje queda al descubierto y listo para jugar.