Llámame "entrepierna de fuego" o incluso "fanática de las pollas negras". Sin embargo, no puedes negar el amor que mi esposo y yo nos tenemos. Fue un gran día, así que decidimos dar un paseo romántico y comer algo también. Terminamos en el lado equivocado de las vías y pude verlo convertirse en un maricón más grande en el momento en que estuvimos en compañía de algunos matones negros locales. Mi esposo no tiene sentido de la orientación, así que les pregunté a los chicos si podía usar el teléfono para encontrar el restaurante. Llegamos a su casa y de repente me interesé mucho más en comerme una polla negra y carnosa. ¡Mi esposo sabe dónde está su pan con mantequilla ya que yo tengo el coño, así que yo hago todas las reglas! Hice que se pusiera de pie como una pequeña perra mientras aprovechaba el momento y me metía dos anacondas negras por el esófago. Supe desde el principio que estos hermanos sabían cómo tratar el coño blanco y no me equivocaba, ya que las paredes de mi útero se estiraban para pollas que son al menos diez veces el tamaño de mi esposo. Me doblaron de todas las maneras posibles y mi viejo no pudo evitar mirar. Hizo un gran trabajo al sorber la masa negra, así que se lleva algunos puntos. Con suerte, recibió algunos consejos o de lo contrario tendré que seguir nadando en la piscina del sexo interracial y un futuro de por vida o la infidelidad es lo que le espera. Hizo un gran trabajo.
