El entrenador personal de Tiffany la monta tan duro que termina cada entrenamiento con la ropa empapada y el sudor goteando entre sus pechos turgentes. Durante su sesión, Tiffany notó que Nat se deleitaba con sus ojos en su cuerpo e hizo un espectáculo de dejar caer su culo al suelo en sentadillas profundas. Y cuando Nat le puso las manos en el culo para apretarle los glúteos, Tiffany se alegró de que sintiera cómo se flexionaban sus músculos con cada bombeo. Finalmente, Nat fue a por todas y la acercó para darle un beso profundo, abriendo la puerta para que Tiffany se arrodillara y le chupara la polla. ¡Mira lo mucho que se divirtieron sudando en la escena de sexo caliente del gimnasio de hoy!