Cuando el policía sucio Tommy Pistol recibe una llamada para investigar una posible invasión, la hermosa pelirroja Tana Lea queda atrapada en su sórdido mundo de BDSM y sexo hardcore pervertido. Tana ha perdido sus llaves y simplemente se quedó afuera de su propia casa, por lo que intenta entrar por una ventana, pero un vecino entrometido llama a la policía para denunciar un robo. Mientras tanto, el aburrido y corrupto oficial Pistol está esnifando algunas drogas confiscadas en la estación cuando recibe la llamada para ir a comprobarlo. ¡Muy drogado, va al lugar solo para encontrar a Tana medio desnuda en su sala de estar gritándole que salga! Pero todos los gritos del mundo no impedirán que Pistol se salga con la suya con esta voluptuosa zorra adornada con un sujetador de encaje y bragas ajustadas y diminutas. Él encuentra juguetes sexuales, una polla en un palo, látigos, cadenas y la acusa de dirigir un burdel, así que hace un trato sucio con ella y vaya que ella se resiste, pero antes de que te des cuenta está esposada y chupando la carne de hombre de Tommy como si no hubiera un mañana. Amordazada y ahogándose con su polla, la saliva babosa gotea sobre sus grandes tetas y Tommy le dice lo mucho que se van a divertir todo el día. Primera posición: Tana está amordazada y atada de rodillas con el culo en el aire siendo azotada con el látigo y la paleta hasta que Pistol saca su polla y le folla el coño. Toda esa acción caliente hace que Tana babee y gima y no puede evitar follar a Tommy con sus grandes y curvilíneas caderas rojas de látigo deslizándose hacia adelante y hacia atrás. A continuación, Tana está atada en el sofá con sus piernas bien formadas abiertas de par en par mostrando su coño rosado afeitado. Tommy corta su coño expuesto mientras ella tira de la cadena de sus pinzas para pezones creando una loca sensación mixta de dolor y placer. Luego, volviendo a ese coño mojado y guarro, Tommy golpea a Tana con su polla dura y la complace con el Hitachi hasta que ella arde de orgasmos y Tommy no puede evitar volar su carga sucia por toda su cara.