EspañolLa madrastra Sasha está muy cansada y quiere un masaje de pies. Le pide a su hijastro que la ayude a relajarse dándole un masaje. Él acepta, siempre y cuando pueda sentarse y ver una película mientras lo hace. Mientras le da masajes a su madrastra, no ve que ella también se está tocando con los dedos y obteniendo el doble de placer. El hijastro se da cuenta una vez que aleja las manos de sus pies y ella sigue diciendo lo bien que se siente. Él se gira hacia ella y ve lo que está haciendo. Sorprendido, se aleja y le pregunta por qué está haciendo lo que está haciendo. La madrastra le dice que quiere que la ayude a correrse y que no puede hacerlo sola. Al principio, el hijastro se sorprende por la solicitud, pero con un poco de convicción de que su padre no se enterará, agarra un consolador y comienza a dárselo. Pero, después de varias caricias, ella todavía no puede correrse. Entonces se le ocurre la idea de usar su pene en su lugar. El hijastro lo piensa por un segundo y luego se lanza a la idea. Le da a su madrastra su enorme polla desde todas las posiciones hasta correrse por todo su lindo rostro.