Jessie Lee está desnuda, hambrienta, atada y con los ojos vendados. Su delicioso culo ha estado sentado en este frío suelo de madera durante dos días. Cuando la Ama Samantha Mack regresa con comida y agua, es suficiente para asegurar que Jessie tenga la energía para satisfacer los impulsos sexuales de Samantha. Hay evidencia de que Jessie jugó consigo misma sin permiso. Samantha sabe que su esclava lo hizo a propósito con la esperanza de ser castigada, pero no puede resistirse a jugar con el gran culo de Jessie. El culo grueso y redondo de Baby Girl puede soportar tanto castigo, ¡es increíble! Puede volverse de todo tipo de colores, rosa, rojo, negro y azul. Solo se necesitan unas cuantas palmadas fuertes de las manos exquisitamente cuidadas de Samantha para humedecer el apretado agujero rosado de puta de Jessie. Samantha usa una paleta para calentar esas nalgas. Ella sabe cómo hacer que incluso una pequeña paleta pique. El movimiento del culo de Jessie excita a su ama. Samantha aumenta el nivel de dolor con un látigo. Hace que el coño de Jessie gotee y Samantha no puede resistirse a besar y lamer ese jugo de coño. Ella es dueña de ese dulce coño. El pobre culo de Jessie brilla rojo, pero ahora es el momento de la fusta. Samantha termina con una correa de cuero. Duele mucho, pero Jessie necesita complacer a su ama. Samantha desliza un gran consolador de vidrio en el culo de su niña. Le encanta ver el cristal brillante deslizarse dentro y fuera del ano, abriendo esa puerta trasera apretada increíblemente de par en par. El castigo la espera si se desliza fuera de su culo. Samantha llena el agujero de puta de su esclava con un vibrador antes de follar su culo con el consolador de vidrio. Jessie se queda sin palabras mientras sus agujeros son llenados y follados. Samantha advierte que esta puede ser la última vez que deja que su puta se corra. Jessie muestra su agradecimiento haciendo una garganta profunda con el consolador en el culo. Ahora que Samantha se ha divertido un poco, pone a Jessie a trabajar chupándole el coño. Jessie está bien entrenada y sabe cómo llevar a su ama al orgasmo. Lo único más gratificante que sentir la lengua de su esclava en su clítoris es ver cómo le estiran y le follan el culo. Samantha folla a su esclava puta por el coño con un consolador gigante rosa con correa. Jessie pronto ruega por que se lo metan por el culo. Una vez que la polla le llena el culo, Jessie se siente como en casa. A Samantha le encanta ver a su esclava gemir, abrumada por el dolor y el placer.
