Hoy hemos sacado de la bóveda una clásica lección de milf. La vendedora Sabrina pasó por la oficina para cerrar un trato, cuando Preston entró y le iluminó los ojos como si fuera el 4 de julio. Ella se le echó encima como una mierda sobre velcro. En cuestión de segundos, le había quitado la ropa a él y a ella, y se puso manos a la obra. Como decían antes, ¡un día más en la oficina! ¡Disfrútalo!