Robbin Banx piensa que está sola en casa y quiere aprovecharlo con una masturbación obscena y ruidosa. Se pone en cuclillas en el baño, abre su cajón de juguetes sexuales de colores, desliza sus pantalones cortos hacia un lado y se golpea el coño (en sentido figurado), haciendo mucho ruido en el proceso. Durante la jugosa sesión de masturbación, mira hacia abajo y se da cuenta de que le ha crecido una polla. ¡FUTANARI! Robbin juega con su polla futanari durante un rato antes de que suceda algo sin precedentes: ¡su compañera de cuarto (y personalidad opuesta), regresa a casa! Al escuchar la conmoción en el baño, el compañero de cuarto irrumpe y encuentra a Robbin con una polla larga y palpitante. ¡ASOMBROSO! La compañera de cuarto lo lleva a una prueba de manejo, golpeándolo alrededor de su boca y puliendo el eje. Se produce un festival de sexo futunari entre los compañeros de cuarto (describir) antes de una peculiar corrida facial para rematar.