La impresionante joven latina Renae Cruz es la criada personal de la superzorra Ricki White, de culo enorme y con medias puestas. La señorita White fuma un cigarrillo y abusa verbalmente de su sirvienta. La voluptuosa patrona hace que la inocente Renae fume, le masajee sus enormes tetas con aceite de bebé y le lama el fragante coño. Cuando el director Manuel Ferrara deja a Renae sola en la cocina, le hace chupar su enorme polla. Cuando Ricki las descubre, Manuel le da a la ama y a la sirvienta una lección lasciva de follada anal y mamada de culo a boca. Ricki recibe una corrida facial desordenada y usa sus manos enguantadas para untar el semen en la bonita boca de Renae.