Ser la hija de un importante director de cine tiene sus ventajas. Una de ellas es vivir en una casa muy bonita. Rahyndee trajo a su nuevo hombre, Bruno, a la casa para darle un gran recorrido y tratar de convencerlo de que conociera a su familia. Bruno estaba un poco dudoso sobre todo el asunto hasta que Rahyndee sacó la artillería pesada: ¡sus tetas! Sus padres no estuvieron en casa todo el fin de semana, ¡así que era hora de jugar! Bruno aniquiló el coño bronceado de Rahyndee por todo su elegante sofá y quería follársela en cada una de las enormes habitaciones de esta casa. El marcador se rompió, Bruno gritó silencio en el set y luego derramó toda su acción en las entrañas de Rahyndee, donde ella lo exprimió para que todos lo vieran.