La mala fama de Maitland Ward es a la vez su bendición y su maldición, pues atrae a la gente con una intensidad a veces obsesiva y, al mismo tiempo, la mantiene alejada de las relaciones que más valora. Cuando envía a sus alumnos a casa con una nueva tarea, empezamos a entender que la consigna es más apremiante que los ejercicios habituales de debate en clase.Descargar Maitland Ward en ‘Muse 2 Showcase’Descargar Maitland Ward en ‘Muse 2 Showcase’