Nia tiene una rutina de ejercicios muy estricta que a veces puede resultar demasiado. La pobre chica sintió un dolor repentino, así que decidió llamar a un fisioterapeuta para que la ayudara. Por suerte para ella, Jerry apareció en su puerta. A Nia le encantan los hombres mayores con experiencia y manos milagrosas como Jerry, así que lo invita a entrar y prueba todas sus técnicas de estiramiento para sentirse mejor. Además, cada posición es una excusa para coquetear con su ardiente terapeuta. El dolor casi desaparece después de un rato, pero Nia no quiere que Jerry se vaya antes de tratarla con su suave tacto. Un masaje de tejido profundo está en orden, así que Nia se desnuda frente a Jerry para seducirlo de una vez por todas. El plan funciona de maravillas, ya que las manos de Jerry pasan de sus gruesas piernas a su apretado coño. Ahora, necesitará un masaje más íntimo, uno que Jerry solo puede darle con su carnosa herramienta...
