Mila va al gimnasio para hacer su rutina de ejercicios habitual, pero esta vez, algo es diferente: Peter está allí, observándola todo el tiempo. A la chica atrevida no le importa la atención, pero Peter tiene que saber que hacer ejercicio la pone cachonda. Estirar su cuerpo curvilíneo y sacudir su delicioso culo pone cachonda a Mila, por lo que, con el tiempo, tendrá que probar otros ejercicios, como chupar pollas y hacer rebotar la polla. Mientras envuelve sus gruesos labios sobre la polla gorda de Peter, Mila se vuelve loca, contando cuántas veces puede sentir la punta de la erección de Peter en la parte posterior de su garganta. Pronto, es hora de sudar de verdad con una paliza intensa. Peter pone todo su empeño en llenar a Mila, haciéndola gritar para asegurarse de que está haciendo las cosas bien. Finalmente, Mila quiere mezclar sudor con semen dejando que su nuevo amigo le pinte la cara de blanco con su cremosa carga.
