Incluso con un costoso divorcio entre ellos, la ex esposa de Mick todavía logra hundir sus anzuelos. Él teme lo que sabe que será una visita llena de juegos, pero necesita algo de ella y la única forma de conseguirlo es enfrentarse a ella. "¿Me extrañas, esposo?", pregunta ella tímidamente. "No", dice él. Eso no le sienta bien a Melina. Ella lo obliga a decirlo.