Mandy Rhea estaba tomando un descanso para almorzar frente a su despacho de abogados. Lo adivinaste. El autobús se detuvo. Ella era una chica elegante. $500 por sus bragas no eran suficientes. Los chicos tuvieron que ofrecer $1000. Pero ella estuvo de acuerdo en que no había forma de sacarlas de debajo de esa falda ajustada frente a su oficina. Se las quitaría en el autobús. Así que la subieron al autobús. Comenzaron a conducir en círculos. Se quitó las bragas. La colmaron de dinero. Unos miles más para que se desnudara. Luego Jay Bangher le mostró su gran polla. Otros $100 para que la tocara. Eso fue todo. El resto lo hizo sin ningún otro estímulo o seducción financiera. Ella chupó la polla. Ella montó la polla. Ella cabalgó la polla. Su coño se tragó la polla. Ella folló la polla. Y luego la polla la folló de vuelta hasta que se corrió por todas sus gafas.
