Mi hijastra de coletas, Mabel May, tiene algunos hábitos salvajes, pero cuando la pillo dando saltos en ropa interior en mi cama, lo ha llevado a un nivel completamente nuevo. La pequeña rubia ha estado tratando de seducirme durante semanas, y no sé si puedo contenerla más, especialmente cuando comienza a quitarse el sujetador. Para cuando se mete los dedos en el coño, se acabó el juego. Me chupa la polla, asegurándose de tener mucho cuidado con sus aparatos ortopédicos. Luego, le doy nalgadas en el culo y penetro su joven coño. Mabel se ve bien con mi semen en su boca.