Cuando una cosa dulce como Lymia te invita a volver a casa con ella y disfrutar de la forma en que se ve en una versión sexy de su antiguo uniforme escolar, ¡dices que sí! Ni siquiera intentes resistirte al encanto de sus grandes tetas y pezones perforados, y asegúrate de sumergirte directamente en su calva.