Luna odia ir a la iglesia, lo único que quiere es ser una buena zorra y una chica mala, pero necesita que su padre pague el alquiler, así que finge lo mejor que puede. Hoy la han echado de la casa del Señor por su atuendo de zorra. Lleva unos pantalones ajustados y un top pequeño cuando Ike pasa por el parque de enfrente. La ve allí, molesta y haciendo pucheros, esperando a que su padre la lleve a casa y probablemente la reprenda, ¡esta vez incluso podría dejar de pagarle el alquiler! Pero, siendo un profesional del porno como es, Ike se da cuenta rápidamente de que lo único que quiere es ser la princesita de papá de la forma más sucia posible, por lo que le ofrece a la pequeña zorra la oportunidad de ganar dinero para el alquiler de una forma más apropiada para sus deseos. Ella obviamente está interesada, así que le mete la polla por la garganta detrás de un árbol para probar sus habilidades antes de comprometerse a nada. Una vez que ella pasa esa prueba, él la lleva a casa y sigue follándola por la garganta frente a la cámara y luego la arroja sobre la cama para golpear su pequeño y travieso coño mientras ella sostiene un vibrador en su clítoris. Él la da vuelta, la inclina y sigue golpeando ese coño con fuerza hasta que ella demuestra ser una puta amante del semen que le ruega que se corra en su linda cara.
