Liona es la esperanza de la escuela, ¡pero no ha terminado! Tiene mucho que estudiar y su osito de peluche se siente un poco celoso. Ella le asegura que todavía lo ama más que su libro de texto de biología. Liona tiene curiosidad por ver de primera mano cómo funciona su propia biología. La pequeña adolescente se quita los pantalones cortos y las bragas y comienza a explorar su coño afeitado. Abre los labios para verlo más de cerca. A medida que se mueve hacia el sofá, gira el espejo para poder ver todo lo que está haciendo. Más que educativa, la experiencia hace que la pequeña Liona sea agradable y cachonda. Usa su dedo índice para frotar su pequeño clítoris y mojarse. Ella continúa frotándose retorciéndose de placer para generar un ritmo que está destinado a satisfacerla por completo. Se pone de rodillas y esta vez sigue masturbándose con las dos manos. Se frota el clítoris con los dedos con suavidad pero con la presión justa para sentir un hormigueo en su interior. La cantidad de placer se vuelve más pesada a medida que continúa. Ahora, Liona se ha puesto de pie y el ritmo al que los dedos acarician su joven coño ha aumentado. Sus suaves gemidos son una pista perfecta de lo bien que Liona conoce su suave cuerpo joven. La agradable sensación que obtiene al frotarse se vuelve más intensa con cada roce y, finalmente, está experimentando un orgasmo que altera la mente, digno de una reina que está encaramada en su ventanal.