Luciendo tan bien con un sujetador transparente y una tanga y liguero a juego, Lady Lyne se pone aún más cachonda a medida que se siente levantada. Sus medias y tacones altos completan el look absolutamente irresistible. Ciertamente, Pavlos no es rival para un número tan caliente que claramente quiere correrse. Al darse la vuelta, Lady Lyne presenta su trasero a su amante, dejándolo caer besos y azotes con la boca abierta. Pavlos sigue acercándose cada vez más, apretando esas tetas y besando a Lady Lyne dondequiera que sus labios puedan alcanzar. A cambio, Lady Lyne muele su gran trasero hacia atrás para frotarse contra la erección de Pavlos. Su pasión pasa al siguiente nivel cuando Lady Lyne se agacha y saca la tetera de su amante para chupar. Sus pechos se balancean libremente mientras mueve la cabeza hacia adelante y hacia atrás. Eso le da un recordatorio para dar una buena follada de tetas que también hace que sus pezones se endurezcan aún más. Llevando a Pavlos al dormitorio junto a su salchicha, Lady Lynne le da otra cogida de tetas y luego se sube encima de él. Frotándose contra él, bromea con la promesa de un poco de coño antes de deslizar su tanga a un lado y darle el trato real. Montándolo en vaquera, ella se balancea hacia adelante y hacia atrás hasta que Pavlos la empuja más abajo y lame sus jugos combinados para limpiarlos. Lady Lyne consigue otro paseo, esta vez libre de su lencería por completo. Lo toma de manera agradable y profunda, pero las cosas se vuelven aún más profundas cuando se pone de rodillas para que Pavlos se lo pueda dar a lo perrito. Él tira de su cabello, tirando de su cabeza hacia atrás para arquear su espalda y lograr la máxima penetración. Cuando Lady Lyne se pone de lado, se encarga de complacer sus propios pechos con la lengua mientras Pavlos vuelve a entrar en ella por detrás. Su follada con cuchara da paso a un último jugueteo entre los labios mientras Pavlos inclina a Lady Lyne hacia atrás hasta que puede hacerla en misionero. Mientras se prepara para reventar, Pavlos se folla las tetas de su amor por última vez para soplarlas en su cara.