El marido de Kiki, Draven, bromea diciendo que su mujer es una auténtica zorra. Ella ya ha tenido su cuota de encuentros sexuales, pero este era especial. La mayoría de las veces eran con amigos suyos y él estaba perfectamente bien con ello. A veces Draven intervenía y otras veces escuchaba desde la otra habitación o esperaba hasta que estuvieran acostados en la cama y Kiki se volvía hacia él, cubierta del semen seco de otro hombre, y le daba su confesión completa. A Draven le encantaba cómo su mujer se exhibía ante los hombres. Lo que hizo que esta vez fuera diferente fue cómo Kiki se acercó a un completo desconocido en el mercado, le dio un resumen completo de sus perversiones y lo invitó a que fuera. Draven vistió a su mujer para otro hombre y observó, con su erección sujeta por el duro metal de su cinturón de castidad, y se le negó el placer básico del coño de su propia esposa. Kiki, siendo una buena esposa, le dejó probar el jugo de la polla del desconocido de su boca e incluso le dejó limpiar el semen del desconocido de sus agujeros. Como premio, ella le permitió desbloquearse y masturbarse, siempre y cuando prometiera limpiar su desastre.Descargar Kiki Daire en ‘Kiki Daire – Cuckold Sessions – Scene 2’Descargar Kiki Daire en ‘Kiki Daire – Cuckold Sessions – Scene 2’