Kimberly Snow caminaba por la calle, sin hacer nada, cuando el autobús se detuvo junto a ella. 100 dólares por una entrevista rápida en la tele le ofrecieron más dinero por más cosas. Como, por ejemplo, enseñar las tetas por 500 dólares. No tuvo que pensarlo mucho. Y vaya, esas tetas estaban buenísimas. Los chicos le prometieron dinero ilimitado en la furgoneta. Funcionó, la atrajeron. Siguieron llenándola de billetes de 100 dólares hasta que se quitó toda la ropa. Danny Steele también se quitó toda la ropa y ella empezó a chuparle la polla. A ella le encantaba follar por diversión de todos modos. Así que follaron. Tenía el cuerpo perfecto y una mente ninfómana. Danny la folló hasta dejarla sin sentido. Hicieron todas sus posiciones favoritas, mientras el autobús pasaba por baches y curvas. Entonces Danny se corrió en su cara y la dejaron. Quién sabe dónde.
